jueves, 10 de septiembre de 2020

Cómo se relacionan el software libre, el código abierto y la cultura libre con mi experiencia personal en torno a la música

Mi nombre es Pepe Rosas y llevo 15 años surfeando a través de las ondas sonoras. Mi primer acercamiento con la música fue a los seis años y para los nueve, las computadoras eran parte de mi día a día. Escribo estas líneas sin ver las teclas de mi computadora, conozco tan bien el teclado que siempre me siento celoso de no poder llevar esa misma destreza al piano.

Tuve mi primer computadora a los 9 y hasta los 17 o 18 mi primera laptop. Siempre me manejé en computadoras de escritorio y para cuando los procesadores de doble nucleo salieron al mercado, parecía que dichos procesadores nos llevarían a la luna. Recordar que teníamos que usar la línea telefónica para usar el internet parece ridículo a estas alturas de la segunda década, grabar audio era algo sólamente accesible para los technomusicomillonarios y disponible únicamente en estudios con tecnología de punta.

No me gusta ser ordenado para escribir, y dado que éste es un requisito para acreditar mi materia seré breve. La idea del software libre llegó de manera directa cuando tenía 18 años en mi etapa más hippie y me encantó la idea de poder hacer uso del código libre y sus bondades para fines educativos. Sin embargo, en ese momento no me llamó la atención pues estaba consciente de los bugs y distintas fallas a las que éste software está sujeto.

Sin embargo, en 2015 me dí cuenta que las computadoras que estaban a mi alrededor se consideraban obsoletas por tener capacidades inferiores a los modelos más recientes en el mercado. Se me hacía irónico porque los componentes eran cada vez más potentes y mi equipo podía desempeñar todo tipo de tareas que le ordenara.

Por alguna razón los procesos incluidos en los sitios web se volieron mas pesados y por lo tanto, de mayor uso de recursos para funcionar. Sin mencionar los cargadísimos sistemas operativos, muy bonitos pero cada vez menos eficientes y desquiciando la poca memoria RAM y disco de mi compu.

Sumado a mi hippismo, decidí instalar Ubuntu Studio en una partición de mi disco duro y fue lo mejor que me pudo pasar: al correr el S.O por primera vez está listo para desempeñar funciones en pro de los artistas con software dedicado al audio, diseño y editorial, sin mencionar el sin numero dee aplicaciones que le podemos sumar con la interfaz que ya conocemos además del menor uso de RAM y HDD.

Sencillamente no podía creer como el software libre se viera taaan bien! Hasta el dia de hoy es mi S.O predilecto y día a día procuro empaparme más sobre el sofware libre y el opensource estudiando, creando y permaneciendo en contacto con la comunidad interesada en mejorar la calidad de vida humana. Al final de cuentas, ¿Para eso es la tecnología, no?

Si llegaste aquí por casualidad te recomiendo leer más al respecto, sin embargo; leyendo me has ayudado bastante a acreditar mi curso de software libre, gracias por pasar!

Ubuntu Studio

Puedes ver mas sobre Ubuntu Studio aqui:

https://ubuntustudio.org/


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