miércoles, 24 de julio de 2013

El chile que a nadie le embona, Spotify y otros cuentos...

Y ahora un cuento...

Saludos, amiguitos. Les saludo desde este lado de la república con cierta confusión, ligera taquicardia y un sabor amargo a tabaco y cerveza que se ha vuelto casi un ritual para escribir en este excelente espacio.
Desde hace una semana sentí la necesidad de escribir sobre este "nuevo" servicio que ha llegado a nuestro país finalmente y después de 3 años de su lanzamiento en Europa. Por supuesto; me refiero a Spotify. El tan mencionado y criticado servicio de música por streaming del que tanto hemos oído.

Este tipo de plataformas no son nada nuevo. Desde hace tiempo la gente ha hecho uso de páginas o aplicaciones similares como Pandora, GrooveShark y muchísimas más que francamente sé de su existencia pero jamás he usado. Es más; tú querido lector sabrás de 317643561243 servicios similares.

Mi experiencia con Spotify comenzó en 2010 por invitación de una amiga española que conocí en un viaje en la riviera maya. Cada suscriptor podía invitar a determinado número de personas enviando un código por medio de correo electrónico que "canjeabas" en el sitio. Todo fue un show: tuve que truquear mi navegador con un proxy inglés, crear mi cuenta, descargar el cliente y cada dos semanas accesar (una vez más) con un proxy inglés para seguir disfrutando de este servicio de manera gratuita. Todo esto por dos increibles años. Jamás pagué por la suscripción hasta hace dos meses que Spotify se puso la tricolor. Desde ese momento tuve acceso a mucha música: española, argentina, gringa, alemana...en fín: no había límites para descubrir música nueva y con otro programilla descargarla de manera ilegal. Sí. ILEGAL.

Cuando me fui a la universidad (una de las mejores experiencias de mi vida) a estudiar la carrera de Dirección de Empresas de Entretenimiento, llevé la materia de "El mercado musical y la industria discográfica" con la excelente maestra Mijal Grinberg, A&R de distintas casas discográficas, melómana y cantante. En dicha materia realicé un proyecto sobre las netlabels, sus pros, contras y las ventajas que los servicios de streaming como Spotify ofrecen. Hasta entonces, la llegada de Spotify a nuestro país parecía lejana y utópica. Recuerdo que hice hincapié en hacer de la música pagada un servicio tan necesario como la televisión por cable, el internet o la luz eléctrica. Te parecerá ridículo pero recordarás los múltiples comerciales en radio y televisión de la SACM en los que Alex Lora jugaba el papel de mesero en una taquería haciéndonos reflexionar sobre la importancia de pagar por la música. Aplaudo dicha campaña y ¡Por supuesto que tienen razón!



Pero perate, antes que comiences a juzgarme por mi doble moral debo reconocer que al igual que tú, descargué muchísimas veces música de manera ilegal y no me arrepiento. Fue una forma de explotar las ventajas de internet y nutrir mi audioteca. Pero, vamos chicos...la industria discográfica dejó de ser negocio desde hace más de una década. Podemos recordar el sonadísimo caso de Napster y Metallica, la gran demanda y todo ese rollo que nos han metido hasta en la sopa. ¿Y cuando fue eso? En el año 2000....Estamos en el 2013. Tanto Napster, como Kazaa, Ares, Limewire e infinidad de programas P2P le costaron billones a casas discográficas, sellos independientes y multinacionales, músicos, productores y estudios. Esto sin mencionar los motores de búsqueda de torrents, blogs y venta de CD's piratas. ¿Le sigo?

Hace un par de años la ley SOPA desató opiniones encontradas entre consumidores y productores. Y efectivamente; la confusión y el exceso de desinformación (jaja) causaron protestas sin fundamentos y peleas en todos los rincones de la web...y del mundo. Ante todo esto mi postura fue simple; efectivamente es necesario regular (ojo, no censurar) la red. más específicamente el contenido con derechos de autor. 

Dicho lo anterior, muchos creadores de contenidos (incluyéndome) nos ampara el Creative Commons, una licencia sencilla por la cual podemos compartir nuestro trabajo llámese como se llame de manera gratuita autorizando a demás personas a utilizarlo también sin reemplazar a los derechos de autor. ¿La ventaja? Claro; acceso a miles de TB de contenido gratuito, de los cuales un reducido porcentaje tiene calidad aceptable. Creeme...
 Suena bien para todos nosotros los millenials, entonces...¿Cómo hacer cambiar de parecer a la generación X?

Te digo todo esto por las recientes declaraciones de Thom Yorke, los dudes de Placebo y alguno más que no recuerdo en la nocturnidad. Me llama la atención saber que retiraron su música de Spotify, justificando que reciben "una miseria". Entonces ya no entendí. 

Piratería = 0.00
Streaming = 0,0016$ para el sello y 0,00029$ para el artista.

Fuente: Francisco Nixon

Correcto, vemos un decimal extra. 

Volvemos a la misma cantaleta de siempre: "La venta de discos no deja nada dude, la banda gana de los shows" Y sí; tienen razón. La venta de discos resulta insignificante a comparación de lo generado en un show...¿Pero cómo vendes un show sin proyección, sin material...sin estar en un exhibidor? ¿Cómo costeas la promoción? ¿Puedes manejarte solo? ¿Cuánto porcentaje le vas a dar a tu management? ¿Estás seguro de lo que dices? Eso es algo de lo que probablemente hablaré en otra ocasión. Sin embargo y para rematar: ¿Qué tiene de malo ganar .16 a no ganar nada? Como alguna vez me dijo un buen amigo (El Boli) "¿Por qué me quitas el derecho de ganar lo que no tengo? -O algo así-

Spotify también le invierte, cuate: es muuucho dinero pagado en licencias en blanco para tener el catálogo de las canciones que ahí encontramos, gente a la cual pagarle honorarios, publicidad, comerciales, desarrollo de la aplicación, mantener el sitio web así como diversos pedos legales de los que yo vagamente conozco. ¡Bah! Debería dejar Teleperformance y trabajar ahí...

Me he encontrado con comentarios tan raros como el siguiente:

Un tal Luis: "Quizá, pero inhibe prácticas creativas como el remix y la reapropiación. Otras opciones, como el Creative Commons me parecen opciones bastante valiosas. Spotify y Netflix vienen a monopolizar la distribución, pero aún falta mucho camino. Tienen cosas positivas y negativas. Hace poco Thom York hizo unas declaraciones criticando a spotify porque no pagaban lo justo y dijo que iba a retirar sus canciones solistas."

20 de Julio a la(s) 0:41 a través de celular "

¿Monopolizar? Ok; nos habla de Thom YORKE y de todo lo que ya sabemos pero no nos dejó nada claro..
Un tal Humberto

"Lástima que la mayoría sea música demasiada comercial , necesitan más underground de todos los géneros "
20 de Julio a la(s) 1:10 a través de celular

Hipster on board...

Un tal Naoki:
" Para mi Spotify es un desierto. Sólo hay música anglo".

¿Neta?

Y tan sabios como el siguiente:

"Aletya Serrano
19 de Julio a la(s) 23:51 ·
 
Lo que sea de cada quien Spotify combate la piratería bien cabrón."

Finalmente, hay muchas empresas en internet dedicadas a agregar nuestros contenidos a esta plataforma y muchas otras. Algunas se quedan con un porcentaje mayor que otras, depende del deal. No creo que te niegues a la idea de que estaría chido encontrar tus canciones en esta gran plataforma y que mucha gente tenga acceso a ellas. Si eres un "creador de habitación" es una forma más de ver tu esfuerzo reflejado de manera 100% independiente y retribuir tu trabajo de una manera significativa. Tengamos en cuenta que es una empresa recién llegada al continente y el catálogo está creciendo cada día más. Con este nuevo servicio tenemos acceso a canciones que ya conocemos y da la posibilidad a consumidores de escuchar a talentos en desarrollo y otros miles desarrollados. Una nueva y gran forma de educarnos y pagar la cantidad justa a los miles de cerebros que contribuyen en esta increible pero ingrata profesión.

La sincronización de canciones con la aplicación para smartphones es muy fácil. Además cuenta con la opción "offline" para descargar a tu teléfono tu playlist y de esta manera no consumir datos de internet. Resulta tan fácil como conectarte a una red WiFi y disfrutar de tus temas favoritos a donde quiera que vayas.

La última palabra la tienes tú. Si usarla o no. Es más, hasta de mentarme la madre y decirme que todo lo que digo aquí está mal. No pierdes nada.

Ahora, regresando a la cita anterior de Francisco Nixon:

0,0016$ para el sello y 0,00029$ para el artista.

¿Quién sigue ganando?

Te lo dejo a tu consideración...

Desde acá, les mando un saludo enorme.

Pepe 
@francorhose






4 comentarios:

  1. Alguna vez buscando música en Internet encontré paginas en donde podías pagar desde un centavo por descarga, había muchas bandas "underground", después de navegar un rato mas me di cuenta de que muchos sellos musicales independientes de todas partes del mundo con la ayuda de buenos programadores crearon sus plataformas para que e la gente pudiera de manera fácil y accesible pagar por sus productos o bien descargarlos gratis. Dejando a un lado el tema de los hispsters y la clasificación de la música de acuerdo a su popularidad y proyección comercial. El Internet le dio en la madre a la industria discográfica y a los artistas que vendían miles de discos al año, pero le abrió la puerta a millones de creadores en el mundo para mostrar y vender su trabajo. así que desde mi punto de vista el cual se puede equivocar, spotify solo aprovecho esa herramienta para vender y comercializar la misma mierda de siempre.

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    1. Mierda siempre ha habido, yo veo a Spotify como una alternativa de monetizar lo inmonetizable. Tengamos en cuenta que es un servicio de streaming o sea, para nomás escuchar. No reemplaza ningún otra forma de adquirir música. Al contrario, deberíamos verla como una herramienta decisiva sobre sí comprar el producto o no pues primero podemos probarlo. De qué otra forma se podríamos comercializar y además, proyectar pequeños creadores en una base de datos gigantesca?
      Tengamos también en cuenta la poca cantidad de regalías que genera cualquier tema por ejecución pública; Spotify no deja de ser un negocio y como digo más arriba: hay licencias que pagar, servidores que mantener y gente que depende de su chamba. En resumen; no reemplaza la forma de adquirir música, pagamos por escuchar. No creo que le haya partido la madre a nada o nadie, de todos modos nadie ganaba desde hace mucho. Que diferencia hay?

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  2. Pues si, es una maravilla tener miles de artistas en tu ordenador sin descargar nada por solo unos cuantos pesos al mes. ya cada quien decide que escuchar y que comprar :) saludos !

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